lunes, 29 de abril de 2013

Time Lapse (Lapso de tiempo)

El time lapse, o lapso de tiempo en castellano, es una técnica audiovisual en la que se utilizan fotografías de un mismo encuadre para formar un vídeo. Para su realización es necesaria una cámara reflex o semireflex, un intervalómetro, programas de edición fotográfica y de vídeo y mucha paciencia. Aquí tenéis uno de ellos realizado por mí durante las recientes inundaciones en Extremadura debido al desembalse de los pantanos (ver en HD)

                                


REALIZANDO LAS FOTOGRAFÍAS


Dependiendo de cada fotógrafo colocaremos la cámara en modo manual(M) o en prioridad a la abertura del diafragma(AV). Si usamos este último modo, la cámara fija la abertura del diafragma y automáticamente ajusta el tiempo de exposición para tener siempre la misma. El intervalómetro fija el tiempo que queremos que transcurra entre foto y foto (podríamos hacerlo con un disparador normal y un cronómetro). No hay un valor fijo, ya que depende mucho del encuadre elegido y la cantidad de movimiento que haya en dicho encuadre. Evidentemente, si el movimiento es poco en el encuadre, parece necesario tener algo más de tiempo entre foto y foto para que se aprecie el mismo en el resultado final. Y la paciencia. Por ejemplo, para una película de 10 segundos de duración, necesitamos más de 400 fotografías. Si la película es nocturna, las condiciones de luz son menores, con lo que la cámara establecerá mayor tiempo de exposición. Podemos estar esperando más de 3 horas sólo para realizar un encuadre, con lo que es recomendable llevarse unas pipas, una sillita y buena compañía para pasar el rato.También, y como no, baterías y memoria.

PROCESANDO EL RESULTADO


 El parámetro más importante a la hora de procesar fotos y montar una película con esta técnica es la cantidad de fotogramas (o fotografías necesarias) por segundo para mostrar el resultado con más o menos pausas, nunca alcanzando los 25 fotogramas en los que se supone que el cerebro no es capaz de percibir esos cambios y lo interpreta como un vídeo normal. Hoy en día, los programas de edición fotográfica tales como Photoshop (a partir de la versión CS5 extended) incluyen la opción de secuencia de imágenes, en las que podemos seleccionar la cantidad de fotogramas por segundo deseadas. Dos valores comunes son 13 (entonces hablaríamos de stop motion) y 24. A mi, personalmente, me gusta más 13 fotogramas. Con el mismo programa podemos realizar el vídeo, y posteriormente podemos juntar varios de ellos con algún programa de edición de vídeo, tales como Premiere, y añadirles música, títulos y demás filigranas que hacen que la película se muestre violenta, emotiva, tranquila...creando en el espectador el efecto deseado (ya hablaremos de la psicoacústica en entradas posteriores).

Ya sabéis, es una técnica fácil, divertida y con un resultado final espectacular.



sábado, 27 de abril de 2013

Los Marqueses del ruido

Según la OMS, España es el segundo país más ruidoso del mundo, sólo por detrás de Japón. Un ciudadano español soporta de media 70 dB, cuando el máximo establecido por la OMS es de 65 dB.  

El 80 % de ese ruido es producido por los vehículos que todos conducimos diariamente. El ruido del motor, la bocina, el ruido producido al rodar por carreteras,... llegan fácilmente a los 95 dB, y son una de las principales causas de problemas físicos y psicológicos producidos por el ruido entre la población mundial. El 20 % restante procede de ferrocarriles,  industrias, bares, pubs, restaurantes, etc. 

Y es aquí donde incluimos a esta pareja de aristócratas. Pensando que estaban siendo atacados por sus vecinos del piso superior con ondas electromagnéticas, no se les ocurrió otra cosa que poner altavoces y sirenas pegados al techo de su casa (suelo de sus vecinos) para hacerles la vida imposible durante todo el día, especialmente en las horas de descanso. Resulta curioso saber que los aristócratas tenían televisión, microondas, equipos de música, frigoríficos y demás aparatos eléctricos que están constantemente emitiendo ondas electromagnéticas. Es más, no creo que les faltara un enchufe cerca de la cama con sus respectivos cables pasando al lado de sus cabezas.

La sentencia los condena a 2 años y 1 mes de prisión.

¿Qué opinais?